«Para mí Rocío Rodríguez es maestra y compañera. Es una mujer cretiva, generosa y trabajadora, y todo ello lo transmite en sus clases y en el escenario. Tengo la suerte de ser su alumna y disfrutar de sus enseñanzas, que son rigurosas y divertidas. Y tengo la suerte de ser su compañera en escena. Trabajar con una artista como ella es tremendamente enriquecedor. Nuestra obra «Wallada», en la que Rocío interpreta a la princesa por medio de la Danza Andalusí, no sería lo mismo sin ella: es pura magia, dulzura y picardía cuando baila.»